La ceremonia de certificación transmitida en vivo se llevó a cabo en el auditorio de la Facultad de Ciencias de la Salud se enmarca en el del proyecto “Rompiendo barreras de la comunicación en salud. Una propuesta de alfabetización en lengua de seña chilena con enfoque en salud”, adjudicado por la académica del departamento de Enfermería, Tania Flores Alarcón.
La actividad de certificación contó con facilidades para la accesibilidad de personas sordas como intérprete de señas a cargo de Jennifer Messina a lo largo de toda la extensión de la actividad, además, las estudiantes que participaron en el curso interpretaron la canción “Querida Rosa” de Camila Gallardo en lengua de señas chilena.
Impacto formativo
La estudiante de Obstetricia y Puericultura, Aylin Campillai, quien hizo uso de la palabra en la ceremonia –en lengua de señas y luego verbal-, junto con agradecer la oportunidad y reconociendo que la experiencia ha sido difícil de aprender, reflexionó “¿Cómo se sentirían si nadie a su alrededor les entendiera? Esto es lo que viven a diario las personas no oyentes”.
“Imaginemos que van de viaje a China, y necesitan pedir ayuda, ya sea para ir al hospital, para una dirección, para poder saber dónde está el baño, pero ustedes no hablan chino, y no les entienden nada, y ellos tampoco a ustedes, se verían completamente limitados. Esa sensación que ustedes sentirían en esta situación”, añadió Aylin Campillai.
Además la estudiante reconoció que a través de este curso recibió “herramientas para poder derribar la barrera de la comunicación y construir un puente que me una como futura profesional hacia mis pacientes sordos y sordas, en donde esta lengua es su voz. Las personas oyentes pueden generar una sociedad más inclusiva, ya que saber lengua de señas es un acto de empatía, busca que aquellas personas que posean algún grado de discapacidad auditiva puedan acceder a la información de forma eficaz en su vida cotidiana”.
Inclusión y Equidad
La profesional del departamento de Equidad e Inclusión Educativa de la UDA, Pía Ávalos Quevedo puntualizó que actividades como este curso responden a “lineamientos de contribuir con la accesibilidad universal, minimizando todas la barreras de información y comunicación que podamos tener, desde ahí junto a la académica que lidera este proyecto de innovación docente, hemos gestionado la Fundación de Intérpretes de Señas de Atacama para poder generar la accesibilidad que necesitan estas ceremonias, así poder llegar a todas las personas que componen nuestra comunidad y que han participado en este proyecto. Desde allí mis felicitaciones a las estudiantes para seguir articulando y potenciando estos trabajos”.
El rector (s) Fernando Herrera Gallardo, en torno al curso que entrega certificaciones en lengua de señas chilena para la salud, aseveró que “para nosotros como Universidad de Atacama este tema es relevante e importante, toda vez que apuntamos a una formación integral de nuestras y nuestros estudiantes, más en un área tan sensible como lo es la atención de usuarios y personas que requieren en muchas oportunidades una atención cercana y que además sea con afecto cariño y pertinente al momento que está viviendo”.
En la misma línea el decano de la Facultad de Ciencias de la salud, Pablo Castro Pastén expresó que “este proyecto nace bajo el alero de la innovación académica, que también tiene que ver con estos elementos, con necesidades propias que existen en el medio y que tenemos que dar una respuesta de manera certera y con contexto, como ha sido el desarrollo de este curso, especialmente hoy, cuando nos reformulamos muchas cosas”, reflexionó.
La coordinadora del proyecto, académica del departamento de enfermería Tania Flores, junto con agradecer a las estudiantes que culminaron exitosamente el curso y a la Profesora María Meza por su entrega añadió que este proyecto “nació muchos años atrás por invitación de dos estudiantes que ahora son consagrados colegas, que me invitaron a ver la inclusión desde otra mirada, pues yo creía en el paradigma asistencial y me desafiaron como docente. En ese momento iniciamos un taller de reanimación cardiopulmonar básica para personas ciegas y entre ellos sordos ciegos. Y desde entonces estar y tener otra mirada más allá de lo asistencial nos permite crecer como personas y como profesionales”.