«La adjudicación del primer proyecto Anillos, y la postulación a un Milenio, dan cuenta de un proceso de maduración en nuestras capacidades de investigación y de articulación»

Bioquímica y Doctora en Ciencias, María José Gallardo Nelson, asumió en 2023 la vicerrectoría de investigación de posgrado de la Universidad de Atacama, tras una destacada labor como coordinadora de docencia de la Facultad de Medicina UDA  y directora de un proyecto FONIS ( 2022-2024).
A cargo de la VRIP, siguió consolidando su trayectoria como investigadora y en la gestión universitaria como presidenta de la comisión de investigación del CRUCH.
Junto al rector Forlin Aguilera  y el resto del equipo directivo superior este año se presentan -desde sus áreas misionales- ante la Comisión Nacional de Acreditación CNA en un nuevo proceso de acreditación institucional; que en materia de I+D+i tiene mucho que contar para sumar y consolidar la calidad de avanzada que hoy acredita la UDA. En esta entrevista la vicerrectora hace un balance de la primera mitad de este periodo y más.

A un poco más de la mitad del periodo de este gobierno universitario en el que usted asume como vicerrectora de investigación y postgrado (VRIP) ¿Cómo evalúa este tiempo en términos de aprendizajes, crecimiento y desafíos?

Asumir la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado en este periodo ha sido una experiencia profundamente desafiante, pero también muy enriquecedora. A poco más de la mitad del gobierno universitario, puedo decir que este tiempo ha estado marcado por aprendizajes significativos, tanto a nivel personal como institucional. Uno de los principales aprendizajes ha sido comprender que el fortalecimiento de la investigación, la innovación y el postgrado en una universidad regional requiere no solo voluntad, sino también una mirada estratégica y colaborativa que considere nuestras particularidades territoriales, nuestras capacidades instaladas y, por sobre todo, nuestro compromiso con el desarrollo de la región y del país. En términos de crecimiento, hemos logrado avanzar en la consolidación de una agenda exigente, que ha buscado ampliar y diversificar las capacidades de investigación. Este crecimiento ha sido posible gracias a una institucionalidad que, pese a las limitaciones, ha mostrado compromiso, resiliencia y una disposición al trabajo colectivo.

En el marco del avance y desarrollo de una agenda muy demandante y activa en I+D+i ¿Cuáles han sido, a su parecer, las fortalezas institucionales que han permitido avanzar en esta agenda y cuáles han sido las principales dificultades?

Las principales fortalezas que han permitido avanzar han sido, sin duda, el compromiso de nuestras y nuestros académicos/as, el trabajo técnico de equipos profesionales altamente capacitados, y una comunidad universitaria que valora el desarrollo del conocimiento como motor de transformación. También ha sido clave el acompañamiento y trabajo conjunto con otras unidades de la universidad, entendiendo que los desafíos de la investigación, la innovación y el postgrado no se resuelven de manera aislada.
No obstante, también hemos debido enfrentar importantes dificultades. Persisten brechas estructurales que condicionan nuestras posibilidades de acción, como las limitaciones presupuestarias y los desafíos asociados a marcos de gestión que, en ocasiones, no logran responder con la agilidad que requiere una agenda tan dinámica como la de investigación, innovación y postgrado.

«Uno de los principales aprendizajes ha sido comprender que el fortalecimiento de la investigación, la innovación y el postgrado en una universidad regional requiere no sólo voluntad, sino también una mirada estratégica y colaborativa que considere nuestras particularidades territoriales, nuestras capacidades instaladas y, por sobre todo, nuestro compromiso con el desarrollo de la región y del país»

La democratización y desconcentración de los recursos y de las oportunidades para el desarrollo de la investigación son valores que han marcado la pauta de un despliegue que avanza a la complejización. ¿Qué avances e iniciativas destaca en este sentido (DIUDA, más otras dos iniciativas) y cuales están en marcha, con miras a concretarse en el mediano o largo plazo? 

En una universidad regional como la nuestra, avanzar hacia una mayor equidad en el acceso a financiamiento, apoyo técnico y espacios de formación ha sido no solo una convicción, sino una necesidad estratégica para fortalecer nuestras capacidades institucionales de manera sostenida y descentralizada. 

En este sentido, uno de los avances más significativos ha sido la consolidación de los proyectos internos de investigación (DIUDA), que en sus distintas líneas busca dar respuesta a realidades diversas dentro de la comunidad académica. Hemos fortalecido esta política interna no sólo en términos de recursos, sino también en criterios de evaluación que promueven la inclusión de trayectorias emergentes, la participación de mujeres investigadoras y el desarrollo de investigación pertinente al territorio. Complementariamente, hemos impulsado una serie de mecanismos de apoyo que buscan ampliar las oportunidades para el desarrollo de la investigación. Entre ellos, destaca el programa de Movilidad Académica Internacional, que ha permitido a nuestras y nuestros investigadores fortalecer redes y colaboraciones estratégicas con instituciones extranjeras; la movilidad para estudiantes de postgrado, que apunta a enriquecer su formación a través de pasantías y estancias en centros de investigación fuera de la región o del país; y el apoyo al pago de publicaciones científicas, que ha sido clave para promover la difusión de resultados en revistas de alto impacto, sin que los costos editoriales se conviertan en una barrera. 

De cara al mediano plazo, estamos organizando el Congreso de Investigación e Innovación de la Universidad de Atacama, que se desarrollará en el mes de noviembre. Esta será una instancia relevante para visibilizar y poner en valor el trabajo de nuestra comunidad académica, con especial énfasis en las contribuciones de nuestros estudiantes de pre y postgrado. Este congreso será también una oportunidad para proyectar, desde el norte del país, una agenda de conocimiento que dialogue con los desafíos globales desde una perspectiva territorial y colaborativa.

La adjudicación del primer proyecto Anillos, la postulación a un proyecto milenio, son algunas de los hitos que destacan ¿cuáles otros proyectos se están preparando o se proyectan en el corto plazo?

Representan hitos muy significativos dentro de nuestra trayectoria institucional. No sólo por su envergadura y complejidad, sino porque dan cuenta de un proceso de maduración en nuestras capacidades de investigación y de articulación de equipos con proyección nacional e internacional. Estos logros no son hechos aislados, sino parte de un camino que hemos venido construyendo colectivamente y que hoy nos permite proyectar nuevas iniciativas de mayor alcance. 

En el corto plazo, estamos trabajando en la preparación de proyectos FONDEF, con foco en el fortalecimiento de la vinculación entre investigación y necesidades productivas y sociales del territorio. 

Dentro de nuestras proyecciones estratégicas, destaca especialmente la postulación a la etapa 2 del Fondo de Investigación para Universidades (FIU territorial), que busca posicionar a nuestra universidad como un nodo articulador del desarrollo científico, tecnológico y formativo del territorio. Esta iniciativa se proyecta a 10 años, con una mirada de largo plazo que aspira a consolidar una institucionalidad robusta, con capacidad de incidencia nacional e internacional, y profundamente conectada con las demandas del norte del país. Todo este despliegue responde a una visión institucional que busca no solo aumentar la productividad científica, sino también fortalecer el rol de la Universidad de Atacama como un actor relevante en el ecosistema nacional de ciencia, tecnología e innovación, con identidad regional y vocación pública.

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