UDA inicia formulación participativa de su nuevo Plan de Desarrollo Estratégico 2026-2035

Con visión estratégica a largo plazo y una activa participación de la comunidad universitaria, la UDA avanza en el diseño de su hoja de ruta institucional para los próximos 10 años, integrando aprendizajes, desafíos territoriales y criterios del sistema de educación superior.

En sintonía con el cierre del actual Plan de Desarrollo Estratégico (PDE) 2021-2025 y el proceso de autoevaluación para la acreditación institucional, nuestra casa de estudios ha comenzado una nueva etapa estratégica orientada a proyectar su quehacer hacia el año 2035, a través de una construcción colectiva, técnica y reflexiva del nuevo PDE 2026-2035.

Se trata de un instrumento que definirá los lineamientos estratégicos y prioridades para la próxima década, con evaluaciones intermedias en los años 3 y 7, y una evaluación final al año 10.

Esta planificación se articula con el proceso de autoevaluación institucional —cuyo informe será cerrado en julio de 2025— y considera la experiencia acumulada del ciclo anterior, junto con las proyecciones académicas, territoriales y las exigencias de políticas públicas como la Ley 21.091 y los nuevos criterios de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA).

El nuevo PDE busca reforzar la mirada estratégica de largo plazo, articulando los objetivos institucionales con las capacidades internas de la universidad y su entorno regional y   nacional. Para ello, se estructuró un proceso que contempla tres componentes centrales: el análisis interno, el análisis externo y una formulación participativa, que incluye a todas las vicerrectorías, unidades académicas, estudiantes, funcionarios y actores clave del territorio.

La Secretaría Técnica tendrá la labor de acompañar este proceso fundamental, asegurando la participación activa de toda la comunidad universitaria: estudiantes, funcionarios y académicos. «Nuestro interés es abrir espacios para compartir visiones y proyectar juntos la universidad que queremos para 2035, abordando todos nuestros ámbitos estratégicos», señaló Cesar Espíndola, director de Desarrollo Institucional. 

A esta Mesa Técnica y como un elemento distintivo en esta planificación, se incorpora el aseguramiento interno de la calidad como área estratégica clave, buscando la plena sintonía con el sistema de educación superior. «Estamos definiendo cómo cada unidad contribuirá a este proceso para consolidar un plan robusto y participativo que guíe nuestro futuro», concluyó Espíndola. 

La gobernanza de este proceso estará liderada por el Comité de Gestión Estratégica, que guiará y validará los avances, junto con una Secretaría Técnica encargada de coordinar las acciones y levantar información desde las distintas unidades. Además, se habilitará una plataforma web para transparentar los avances, canalizar retroalimentación y recibir propuestas desde la comunidad universitaria.

Entre los compromisos técnico-estratégicos del proceso, se contempla el desarrollo de lineamientos preliminares para cada una de las áreas misionales —gestión, docencia, investigación, vinculación con el medio y aseguramiento de la calidad—, junto a la elaboración de matrices de planificación que conecten metas institucionales con el trabajo de facultades, centros y académicos/as.

Yulissa Angüis, directora de Aseguramiento de la Calidad, destacó que este proceso se nutrirá de un insumo clave: el informe de autoevaluación institucional, próximo a ser enviado a la CNA. «Sabemos que este informe fue fruto de un proceso participativo y colaborativo de los tres estamentos. Nuestro objetivo es replicar ese espíritu, incorporando activamente a las unidades académicas, estudiantes y funcionarios en la actualización del plan», explicó.

En cuanto a la participación, se coordinarán jornadas y talleres que integren las visiones de estudiantes, funcionarios/as, docentes, autoridades locales y expertos/as nacionales, con el fin de identificar brechas, desafíos y oportunidades por área misional y unidad académica.

Asimismo, se desplegará un plan de comunicación y socialización con seminarios, plenarias y ferias informativas, que se integrarán con los ciclos de acreditación y rendición de cuentas institucional.

El cronograma proyectado contempla una fase participativa durante agosto y septiembre de 2025; la redacción y validación interna del borrador entre octubre y noviembre; y la presentación oficial del nuevo PDI ante el Consejo Universitario en diciembre de 2025.

Con esta hoja de ruta, nuestra casa de estudios reafirma su compromiso con la mejora continua, la transparencia y la planificación estratégica con sentido colectivo y territorial, proyectando una institución más fortalecida y alineada con los desafíos del país y la región.

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