Campaña del LICA, recolectó datos claves para monitorear y proyectar el avance del cambio climático en la región de Atacama

Ya son 7 años en los que el equipo de investigación del Laboratorio de Investigación de la Criósfera y Aguas (LICA) de la Universidad de Atacama, asciende por sobre los 6000 m de altura para realizar estudio de campo en la zona conocida como Puna de Atacama o Techo de América por su gran concentración de altas cubres. Las condiciones de aridez reinantes en la zona, lo transforman en importantes indicadores de los efectos del cambio climático sobre los glaciares y reservas de hielo, así como en los recursos hídricos asociados.

Este año la campaña se extendió desde el 28 de marzo hasta el 3 de abril en la ladera del Volcán Ojos del Salado, entre los 4.500 y 6500 metros de altura.

Ayón García Piña, geólogo, investigador en glaciología y recursos hídricos, indicó que la campaña sienta un precedente inédito en la región en cuanto a observar y registrar datos ambientales que permitan entender cómo responderá nuestros ecosistemas ante el cambio climático.

Uno de los grandes hitos de la campaña fue lograr descargar datos de sensores de temperatura en toda la ladera del Ojos del Salado en alturas entre los 4.500 y 6.500 metros de altura. Son 6 puntos en los que se emplazan estos sensores que recogieron información sobre la temperatura del suelo y del aire. Estos sensores son parte del sistema de monitoreo de permafrost, que apuntan a entender cómo estos factores ambientales impactan en la evolución de los suelos congelados, su degradación y su rol en la hidrología de las cuencas de montaña.

El estudio de estos datos ayudara a validar los datos de modelos climáticos que permitirán volver atrás en el tiempo y entender mejor la dinámica climática desde los años 1950 y proyectar la respuesta de estas zonas a escenarios de cambio climático.

“Es fundamental para nuestra universidad, ya para el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Apunta a intereses del territorio, como lo es la gestión hídrica, por lo tanto ese tipo de investigaciones nos permiten tomar decisiones informadas en materias claves como el uso sustentable de nuestros recursos naturales” señaló la Dra. María José Gallardo, vicerrectora académica de Investigación y Postgrado de la Universidad de Atacama.

Intersectorialidad

Esta expedición también permitió hacer mantención y recuperar datos de estaciones meteorológicas pertenecientes a CONAF y el Ministerio de Medioambiente, en el marco de la colaboración entre la UDA y estas instituciones. Estas estaciones registran diversos parámetros para caracterizar la meteorología local y su variabilidad.

Durante la campaña, en la Laguna Santa Rosa y Laguna Verde transcurrió la etapa de aclimatación que dicta el protocolo de seguridad que el equipo implementó, en esta ocasión conto con el apoyo de un aspirante a voluntario del Cuerpo de Socorro Andino de la delegación regional de Atacama (CSA Atacama).

 Drone y batimetría en Laguna Verde

Durante el proceso de aclimatación se realizaron mediciones de batimetría en la laguna, lo anterior mediante métodos geofísicos como el sonar les permitió medir la profundidad que tienen las aguas de la laguna. El objetivo final es determinar el volumen de agua acumulados en el sector de la cuenca lacustre.

Christopher Ulloa, geólogo e investigador en geocriología indicó que es primera vez que se realizan levantamiento con un dron con cámara del tipo termal sobre la Laguna Verde, el que además permitió capturar imágenes multiespectrales que permiten determinar las características del campo geotermal de la laguna y en especial la caracterización de los afloramientos de aguas calientes en el borde de la laguna así como la actividad de microorganismos que se desarrollan a lo largo de la masa de agua.

97% de permafrost

El suelo congelado o permafrost rico en hielo es suelo independientemente de su composición, que se mantenga congelado por al menos dos años consecutivos. La capa superficial que se congela y descongela a nivel diario y anual se conoce como capa activa. Según los estudios de la Universidad de Atacama hasta el 97% del área de las reservas de hielo en la región de Atacama corresponden a este tipo de geoforma.

Ayón García indica también que la zona se comienza a proyectar como un punto estratégico para el monitoreo del cambio, desde una perspectiva multidisciplinar y multisectorial, considerando las características especiales de la zona. Esto se torna aún más relevante ya que la cuenca del Salar de Maricunga sufre hoy una gran presión sobre los recursos hídricos, lo anterior asociado principalmente a la minería metálica y de manera emergente el litio

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