Investigadores del Instituto de Astronomía y Ciencias Planetarias UDA fueron clave para el desarrollo del proyecto. El gigantesco mapa infrarrojo de la Vía Láctea que contiene más de 1.500 millones de objetos, el más detallado jamás realizado.
Hace más de 400 años, Galileo Galilei miró al cielo con su telescopio y descubrió que lo que parecía una nube lechosa en el cielo era, en realidad, una inmensa colección de estrellas. Ahora, siglos después, los astrónomos han dado un paso gigante en nuestro entendimiento de la Vía Láctea: han completado el mapa infrarrojo más detallado y extenso de nuestra galaxia, un logro que ha tomado 13 años de observaciones.
Este proyecto titánico, llamado VISTA Variables en la Vía Láctea (VVV) y su expansión, VVV eXtended survey (VVVX), no solo es el más completo hasta la fecha, sino que también ha permitido a los científicos mirar más allá del polvo y gas que a menudo bloquean nuestra visión de las estrellas. ¿El resultado? Más de 1.500 millones de objetos monitoreados y alrededor de 200.000 imágenes capturadas.
El estudio, liderado por los profesores Roberto K. Saito de Brasil y Maren Hempel de Chile, es un esfuerzo internacional que ha involucrado a 146 científicos de 15 países. También ha contado con la participación de investigadores de la Universidad de Atacama, quienes fueron parte fundamental en este megaproyecto.
Carlos Eduardo Ferreira Lopes, Mario Ortigoza y Mario Soto, profesores e investigadores de el Instituto de Astronomía y Ciencias Planetarias de nuestra casa de estudios, participaron en estos megaproyectos que tuvieron diferentes etapas, comenzando en 2005: planificación, realización de observaciones, análisis de datos y obtención de resultados. Este último paso incluye la exploración y la publicación.
Sobre este hito, Mario Ortigoza, indicó «El VVV Survey tardó varios años debido a la magnitud de su tarea: mapear una vasta región del bulbo y disco de la Vía Láctea en luz infrarroja, lo que implicó observaciones repetidas a lo largo del tiempo para estudiar estrellas variables, así como condiciones óptimas de observación infrarroja, y el procesamiento de enormes volúmenes de datos».
¿Por qué importa este mapa?
Mario Soto, por su parte, explica que «Este mapa permite una observación en profundidad de las estructuras formadas por las estrellas de nuestra galaxia que antes no teníamos. Y lo más importante es que estos datos ahora son públicos, por tanto es un legado a toda la comunidad científica que ahora podrá trabajar con ellos y realizar nuevos descubrimientos en el futuro».
Este proyecto no es solo un catálogo de estrellas; ha llevado al descubrimiento de objetos y fenómenos increíbles que nos ayudan a entender mejor nuestra galaxia. Entre los hallazgos más emocionantes están los cúmulos globulares (grupos de estrellas antiguas que se formaron en los inicios de la Vía Láctea), estrellas expulsadas de la galaxia por el agujero negro en su centro, y ventanas que nos permiten ver el otro lado de la galaxia.
Además, han detectado planetas «flotantes» que no orbitan ninguna estrella, estrellas recién nacidas que son extremadamente variables y objetos tan extraños que los científicos aún no saben exactamente qué son. De hecho, algunos los llaman “WIT”, una abreviatura de “What is this?”.
Un legado duradero para la ciencia
Este proyecto ha generado ya más de 300 estudios científicos y 30 tesis doctorales, y los científicos seguirán trabajando con estos datos durante muchos años. Las observaciones fueron posibles gracias al telescopio VISTA, ubicado en el desierto de Atacama, en el Observatorio Paranal, uno de los mejores lugares en la Tierra para observar el universo.
Y lo mejor es que esto es solo el comienzo. A medida que la tecnología avance y se lancen nuevos telescopios, como el Telescopio Espacial Nancy Roman en 2026, los científicos podrán descubrir aún más secretos de la Vía Láctea y del universo en general.
Este estudio ha abierto una puerta al futuro, y la comunidad astronómica apenas está comenzando a explorar todo lo que tiene para ofrecer.
Fig. 7. Comparación entre las imágenes de la Nebulosa de Carina obtenidas por VVVX y JWST. La imagen de VVVX (arriba) utiliza observaciones JHKs en falso color, mientras que la imagen de JWST (abajo) captura varios filtros de NIRCam. Ambas imágenes, tomadas con años de diferencia, revelan estructuras detalladas de la nebulosa. Créditos (imagen JWST): NASA, ESA, CSA, STScI. Créditos (imagen VVVX): Saito et al. 2024.
Los datos de VVVX proporcionan una visión única de las regiones del plano galáctico, permitiendo estudios detallados de la estructura y evolución estelar en áreas que antes eran difíciles de observar.
Fuentes : Un telescopio de ESO capta el mapa infrarrojo más detallado de nuestra Vía Láctea
https://www.aanda.org/articles/aa/pdf/2024/09/aa50584-24.pdf
Publicación: The VISTA Variables in the Vía Láctea eXtended (VVVX) ESO public survey: Completion of the observations and legacy