Impacto regional de la salud digital en patologías cardiovasculares

Columna de opinión, por: Dr. Jaime San Francisco Verasay, académico Facultad de Medicina UDA

Como médico, he podido constatar que uno de los principales desafíos en salud cardiovascular no radica solo en los tratamientos disponibles, sino en la adherencia de las y los pacientes a ellos. En Atacama esto es aún más notorio pues en la vasta región las distancias y accidentes geográficos lo hacen más desafiante. Es aquí donde el Proyecto Salud Digital Atacama ha abierto una oportunidad inédita: incorporar herramientas tecnológicas que nos permitan monitorear y acompañar a nuestras comunidades de manera más práctica, incluso a distancia.

En localidades como Tierra Amarilla, Chañaral, Diego de Almagro y Alto del Carmen, la implementación del sistema de monitoreo remoto ha significado un cambio sustancial para al menos 140 personas. Este modelo permite a profesionales de distintas áreas —desde médicos hasta enfermeras y especialistas en informática— identificar de manera temprana a los pacientes que están adherentes y, sobre todo, a quienes no lo están. Gracias a la vinculación que tenemos con la red de salud, podemos retroalimentar a los equipos para tratar a las personas descompensadas, optimizando el tiempo del personal de salud y evitando que un problema menor se convierta en una complicación grave.

A pesar de que hemos hecho frente a la brecha de conectividad de las postas rurales por medio de la tecnología Starlink, hemos detectado también limitaciones. Por ejemplo, la falta de exámenes de laboratorio y la deserción de algunos pacientes. Estos vacíos nos recuerdan que la tecnología, por sí sola, no es suficiente; debe ir acompañada de educación en salud apoyada en una red sólida de apoyo clínico y diagnóstico.

Lo que más valoro de este esfuerzo es su carácter colaborativo y territorial. Profesionales de diferentes disciplinas y ubicaciones, incluso desde Europa, pueden aportar a la evaluación y seguimiento, derribando las barreras físicas que históricamente han limitado el acceso a la salud.

Este Mes del Corazón nos invita a reflexionar sobre cómo la innovación tecnológica puede fortalecer el Programa de Salud Cardiovascular. Estoy convencido de que el camino que estamos trazando en Atacama apunta a la mejora la calidad de vida de nuestros pacientes y se transforma en un referente para el resto del país. La salud digital no reemplaza la cercanía del médico, pero sí nos permite estar más presentes, atentos y preparados para responder donde más se nos necesita.

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