El Programa Nacional de Prevención del Suicidio se basa en seis componentes clave: planes regionales, vigilancia, formación del personal de salud, prevención educativa, ayuda en crisis, y capacitación mediática para una cobertura responsable.
La instancia tuvo lugar en el auditorio del Departamento de Ingeniería Civil en Minas de la UDA y acerca del tema central de la jornada, el jefe del Departamento de Salud Pública de la SEREMI de Salud Atacama, Richard González, señaló que “la salud mental es una prioridad del gobierno y en ese sentido, el Ministerio de Salud, ha ido de manera paulatina aumentando los esfuerzos y la inversión para fortalecer la salud mental de la población chilena. Y es en esa línea, que la jornada de hoy se enmarca dentro de uno de los componentes más importantes del Programa de Prevención del Suicidio, que es el trabajo coordinado con el sector Educación. En esta oportunidad con el sector de la Educación Superior en la Universidad de Atacama, donde el objetivo principal es dar a conocer los lineamientos ministeriales de Prevención del Suicidio a los docentes, académicos, decanos, profesores y personal de la comunidad universitaria que trabaja con los estudiantes, de tal manera que puedan tener acceso a estos lineamientos que vienen a ordenar la forma en cómo nosotros abordamos esta problemática de salud pública y efectivamente desde la prevención y desde la pesquisa precoz”.
“Aunque la mayoría de los suicidios consumados ocurren en la adultez y la vejez, los intentos suelen comenzar en la adolescencia y la juventud. Las estadísticas indican que es en estos grupos etarios donde se registra la mayor cantidad de intentos de suicidio”, agregó González.
En esa línea, el director de Actividades Estudiantiles (DAE) de la UDA, Rodrigo Dorador Alfaro, agradeció estas acciones preventivas y promocionales, por parte de la SEREMI de Salud que “ayudan a poder socializar el lineamiento y lo importante que es seguir reforzando y mejorando estas iniciativas en colaboración con la comunidad en general. Asimismo, nuestro Gobierno Universitario liderado por el rector Forlín Aguilera Olivares, ha creado una mesa triestamental para velar por el bienestar y salud mental de la comunidad universitaria. Es así que se ha aprobado también nuestro plan de salud mental; se han implementado acciones de prevención y promoción, actividades deportivas y recreativas, la Semana del Bienestar, y se ha trabajado con la SEREMI de Salud como aliado estratégico para abordar particularmente la prevención del suicidio”.
A sus palabras se sumó la directora técnica y enfermera coordinadora del Centro Universitario Promotor en Salud (DAE) de la UDA, Viviana Munita Fritis, quien destacó que la comunidad universitaria juega un rol fundamental en la prevención del suicidio. “Fomentar estilos de vida saludables, educar sobre salud mental y aprender a identificar señales de alerta son claves para el equipo de salud institucional. Es fundamental la colaboración entre las unidades de la universidad y las redes externas para desarrollar estrategias preventivas y coordinadas. Juntos podemos crear un ambiente universitario más seguro y saludable».
Programa Nacional de Prevención del Suicidio en el Sector Educación
El Programa Nacional de Prevención del Suicidio (PNPS), implementado desde 2008 y formalizado en 2013 a través de la Norma Administrativa N°27, establece seis componentes clave: planes regionales intersectoriales para la prevención, un sistema de vigilancia, formación del personal de salud, prevención en el ámbito educativo, un sistema de ayuda en crisis, y capacitación a medios de comunicación para una cobertura mediática responsable. Este programa destaca la importancia de los establecimientos educacionales como contextos estratégicos para la promoción de la salud mental, fomentando estilos de vida saludables y previniendo conductas de riesgo entre niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
La educación superior juega un papel fundamental no solo en la formación académica, sino también en la preparación de individuos para una vida plena y una participación activa y responsable en la comunidad. En este contexto, los establecimientos educacionales están llamados a integrarse en la prevención del suicidio, involucrando a toda la comunidad educativa, incluidos estudiantes, familias, docentes y personal administrativo. La implementación de programas preventivos en estos entornos busca crear un ambiente seguro y saludable, abordando de manera proactiva los riesgos y promoviendo el bienestar integral de los estudiantes.