Las y los estudiantado de la carrera Técnico Universitario en Asistente de Geología realizó reconocimiento de rocas y estructuras geológicas, además de ejercitar la logística de terreno, con el apoyo del Equipo Técnico de la Junta de Vigilancia del Río Huasco y sus Afluentes.
En el mes de septiembre, estudiantes del Técnico Universitario en Asistente de Geología de la Sede Vallenar de la Universidad de Atacama realizaron una enriquecedora salida de terreno al sector de la cortina del Embalse Santa Juana. La instancia permitió a los futuros profesionales reconocer rocas y estructuras geológicas del entorno, además de poner en práctica la logística propia del trabajo en terreno. La jornada contó con la valiosa colaboración del Equipo Técnico de la Junta de Vigilancia del Río Huasco y sus Afluentes, quienes abrieron las puertas del embalse y compartieron su experiencia sobre la gestión del recurso hídrico en la cuenca, un tema de vital importancia para la Provincia del Huasco.
En palabras del Operador del Embalse Santa Juana, Darian Rafael Clemente Nápoles destacó que “este tipo de visitas son de gran relevancia para la formación profesional de los futuros geólogos. Por la zona geográfica donde residimos, valorar y cuidar el recurso hídrico es casi nuestra obligación. Tenemos la dicha como comuna de poseer un embalse de estas características, que de la mano con una adecuada administración, aseguran años de este valioso recurso para nuestros agricultores. Espero que esta visita, junto a las próximas que puedan venir en un futuro sean aprovechadas al máximo por los estudiantes. Como Equipo Técnico de la Junta de Vigilancia del río Huasco y sus afluentes, les manifestamos con total sinceridad, que serán bienvenidos cuando gusten”.
Por su parte, Cristian González Álamos, Repartidor General de Aguas de la Junta de Vigilancia del Río Huasco señaló que “el embalse Santa Juana debe ser un gran orgullo para los habitantes de Huasco; es una tremenda obra que permite el desarrollo de las actividades productivas del territorio. Es para la Junta de Vigilancia un agrado recibir a los futuros profesionales de la universidad y que ellos puedan visitarlo, conocerlo y ojalá puedan apreciarlo como una parte importante del lugar en donde viven”.
Para el Director General de la Sede Vallenar de la Universidad de Atacama, Juan Campos Nazer, también relevó mucha importancia esta actividad, agregando que “esta visita técnica al Embalse Santa Juana es un claro ejemplo del modelo formativo que impulsamos en nuestra sede. Buscamos que nuestros estudiantes se conecten directamente con el territorio y sus realidades. La colaboración con instituciones tan relevantes como la Junta de Vigilancia del Río Huasco es fundamental para entregar una educación pertinente y de calidad, que prepare a nuestros técnicos y profesionales para aportar de manera significativa al desarrollo sostenible de la provincia del Huasco”.
El académico a cargo de la actividad, Felipe Pizarro Barraza, Geólogo y profesor de cohorte del Técnico Universitario en Asistente de Geología, comentó que “actividades como esta permiten que el estudiantado relacione directamente la teoría con el trabajo en terreno, entendiendo la importancia del recurso hídrico y el valor de su gestión para la región. Es un aprendizaje que marca su formación profesional y su compromiso con el entorno. Agradecemos todo el apoyo brindado por la Junta de Vigilancia del Río Huasco y sus Afluentes, especialmente a Darian Clemente Nápoles el Operador del Embalse Santa Juana y a Cristian González, Repartidor General de Aguas por su recepción y disposición con nuestra Universidad”.
Y finalmente, la estudiante Amanda Vargas Tapia consideró que la actividad fue “una increíble experiencia la salida a terreno. Me pareció muy enriquecedora, porque pudimos observar distintos tipos de minerales y rocas en su entorno natural, comprendiendo mejor cómo se encuentran en el camino. Además, tuvimos la oportunidad de experimentar con ácidos y ver cómo reaccionaban en ciertas rocas, lo que fue muy interesante. Pero lo que más me gustó, fue la posibilidad de buscar y reconocer por mí misma estos minerales, ya que es totalmente diferente a observarlos solo en el laboratorio, donde están previamente identificados. Encontrarlos en el lugar, con nuestras propias manos, hace que la experiencia sea única y mucho más significativa para aprender”.